none& 160;20Pág. 20 de 36 La madre NaturalezaEmilia Pardo BazánCapítulo XXPatinando sobre aquellas púas endiabladas, se deslizaron y corrieron hasta un grupo de salces inclinado hacia el borde del ...
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Los Ayacuchos Capítulo XIVde Benito Pérez Galdós Continúa la carta de Gracia Ya he llenado otro pliego, y todavía no hemos entrado en materia. Vamos allá. Dice la mujer feliz que ya puedes venir cua ...
Madame BovaryPrimera partede Gustave Flaubert CAPÍTULO IEstábamos en la sala de estudio cuando entró el director, seguido de un «novato» con atuendo pueblerino y de un celador cargado con un gran ...
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España trágica& 160;: 17de Benito Pérez Galdós La & 250;ltima palabra de la lectura abri& 243; el espacio de un silencio en cuyo seno se agitaban los pareceres, temerosos de manifestarse. Quiso ...
... El Lazarillo de Manzanaresde Juan Cortés de Tolosa Capítulo XVI Cómo le quisieron casar. Pinta la novia y cómo se fue por ello huyendo de Sevilla Ara pues, mi bueno de mi amigo me trató un...
Esta es la versión para imprimir de Mendizábal.Si imprimes esta página, o eliges la opción de Vista preliminar de impresión en tu navegador, verás que desaparecen este cuadro, los encabezados y los ...
Esta es la versión para imprimir de Los duendes de la camarilla.Si imprimes esta página, o eliges la opción de Vista preliminar de impresión en tu navegador, verás que desaparecen este cuadro, los ...
La sirenitade Hans Christian Andersen En alta mar el agua es azul como los pétalos de la más hermosa centaura, y clara como el cristal más puro; pero es tan profunda, que sería inútil echar el ancla ...
Esta es la versión para imprimir de Grito de gloria.Si imprimes esta página, o eliges la opción de Vista preliminar de impresión en tu navegador, verás que desaparecen este cuadro, los encabezados y l ...
Esta es la versión para imprimir de Las tormentas del 48.Si imprimes esta página, o eliges la opción de Vista preliminar de impresión en tu navegador, verás que desaparecen este cuadro, los ...
Capítulo V& 160;05Pág. 05 de 21En la carrera- Primera parteFelipe TrigoAl llegar a casa, al mediodía, se le recibió en el comedor ruidosamente: «¡Hombre, el santito..., el forastero ... ¡Cómo ya se ...
Capítulo IX& 160;10Pág. 10 de 18JarrapellejosFelipe TrigoBarriga, que por sugestión del apellido hacía creer que tenía barriga sin tenerla, pues era esbelto, aunque tendencioso a gordo y no muy alto, ...
Esta es la versión para imprimir de El cínico.Si imprimes esta página, o eliges la opción de Vista preliminar de impresión en tu navegador, verás que desaparecen este cuadro, los encabezados y los ...
Capítulo I& 160;14Pág. 14 de 21La altísima- Tercera parteFelipe TrigoLa altísimaLa noche de las grandes impaciencias del gran siguiente día en que la perdida hechicera vendría á brindarle en nombre ...
La Flecha NegraLibro Cuartode Robert Louis Stevenson La MadrigueraEl sitio por donde Dick había salido al camino real no estaba lejos de Holywood, y distaba nueve o diez millas de Shoreby-on-the-Till ...
Segunda Parte (Libro IV) Capítulo I: El padre Therapontede Fiódor Dostoyevski Aliocha se despertó antes del alba. El starets ya no dormía y se sentía muy débil. Sin embargo, quiso levantarse y ...
No resulta fácil comenzar de cero en un nuevo país, echando de menosa la familia, a los amigos, a las calles y los negocios que se conocen, todoaquello que llena nuestro paisaje familiar, que da ...
Alfredo González RuibalUniversidad ComplutenseABSTRACT With some remarkable exceptions, ethnoarchaeologists have been seldom concerned with the ethical problems raised by their w ork with the li ving ...
10.738 palabras
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