Aproximación histórica Aunque los estudios anatómicos de los siglos XVII y XVIII conformaron la base a partir de la cual se pudo conocer la estructura de los diversos órganos sensoriales y de las vías respiratorias, la vinculación entre oído, olfato y laringe sólo se confirmó a partir de las primeras décadas del siglo XIX. En la fundación y desarrollo de la otorrinolaringología colaboraron eminentes médicos, entre los que son dignos de mención el austriaco Adam Politzer, quien inventó una pera o cánula destinada a la insuflación del aire en el oído medio al objeto de facilitar las inspecciones auditivas; y los alemanes Bernhard Frankel, que estudió en profundidad la fisiología de la laringe, y Theodor Weber, quien generalizó el uso de la ducha o irrigación nasofaríngea.