Carlos VI en la Rápita : 14
Carlos VI en la Rápita Capítulo XIV de Benito Pérez Galdós No necesitó el buen Fajardo extremar los recursos de su mágico talento para que yo me sometiese a cuanto de mí deseaba, sin meterme a discutir sus designios ni a indagar las causas que movían su conducta. Ofrecile desempeñar cuantas misiones diplomáticas o de cualquier género quisiera confiarme, y sólo puse la objeción del corto tiempo que para mi descanso en Madrid me concedía; alegué, en apoyo de este deseo, la necesidad de ver a Jerónimo Ansúrez, para quien el renegado me dio un pliego que debía yo entregar en propia mano. «No está en Madrid Jerónimo -me dijo Beramendi-, ni le verás aquí mientras su hija permanezca en la Villa del Prado engolfada en sus cuentas. Yo sé de qué tratan las cartas de Gonzalo, que traes para su padre y su hermana, y a decírtelo voy, para que veas que no me oculta el celtíbero ningún secreto de su familia. Uno de los hijos de Jerónimo, llamado Gil, Egidius,...
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