Algas

27/07/2018 1.953 Palabras

Generalidades y organización Denominación general de todos los talófitos, dotados de pigmento asimilador. El concepto de algas carece actualmente de valor científico y se sigue usando por comodidad, de la misma manera que se habla de invertebrados para reunir un conjunto de grupos de organismos, profundamente diferentes unos de otros y que apenas tienen en común más que la vida generalmente acuática, el poseer, con pocas excepciones, pigmentos asimiladores de muy variada composición y el no alcanzar nunca la organización de un verdadero cormo (eje de las plantas superiores), aunque su organización puede ser muy diversa, desde simples células aisladas y provistas de flagelos a plantas multicelulares de talo ricamente articulado y diferenciado. Una peculiaridad importante del conjunto de las algas es que las diferencias bioquímicas y de organización celular entre unos y otros grupos no se corresponden con un grado de desarrollo morfológico del talo. Es decir, dentro de cada uno de los grandes grupos que se pueden distinguir por las características indicadas en primer lugar, existen numerosas formas de organización del talo, que, fundamentalmente, pueden consistir en células aisladas y flageladas, células sin flagelos aunque también aisladas, células reunidas en pequeñas colonias o cenobios de forma característica (en serie linear, en tabletas, en agregados como el fruto del moral, etc.), filamentos formados por una serie lineal de células, filamentos ramificados, láminas con una o dos capas de células, y formas más complicadas que pueden asemejarse a plantas superiores, al diferenciarse en vástagos horizontales, otros verticales y expansiones laminares. Estas formas más complicadas son casi exclusivamente marinas, alcanzan gran tamaño (hasta varios centenares de metros de Macrocystis) y en su cuerpo pluricelular se diferencian variados tejidos, incluyendo elementos conductores que permiten el transporte de lo asimilado de una a otra parte de la planta. No todos los grupos de algas repiten los mismos tipos morfológicos; las crisofíceas, diatomeas y dinoflageladas, p. ej., apenas han desarrollado tipos filamentosos y, en su mayoría, pertenecen al tipo de células aisladas; en cambio, las rodofíceas y las feofíceas han alcanzado un grado elevadísimo de diferenciación y, en dichos grupos, las especies unicelulares son minoría.

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