Es a lo largo del siglo siguiente, el XVIII, cuando empieza a insinuarse una primacía francesa en la pintura, que ya no cesará de acentuarse hasta el siglo XX. Y no por azar, ya que el siglo XVIII, el siglo de la Ilustración y de la Revolución, Francia se convierte en el centro renovador de la cultura europea. Gabriela de Estrées y su hermana. Escuela francesa. Paris, Museo del Louvre. Antoine Watteau es el gran pintor francés del siglo. Murió joven, tísico, deprimido por su poca fortuna en los cenáculos oficiales del arte. Gran estudioso de Rubens, debió inspirarse en el maestro holandés para crear sus maravillosas escenas campestres, origen de la pintura galante que con tanto éxito cultivarían los pintores del rococó a lo largo del siglo. Pero no es de Watteau la frivolidad, tan encantadora como irresponsable, de los artistas cortesanos. Tampoco queda nada en él del vitalismo flamenco de Rubens. Bajo el pincel de Watteau, esas escenas las llena de una melancolía, de...