Las mil y una noches:82

23/10/2009 1.617 Palabras

Las mil y una noches Pero cuando llegó la 52ª noche de Anónimo PERO CUANDO LLEGO LA 52ª NOCHE Ella dijo: He llegado a saber, ¡oh rey afortunado! que el horrible negro dijo a la reina: "¡Oh señora mía! por favor, déjame poseerte". Y la reina, indignada, contestó: "¡Oh negro, hijo de negro, hijo de esclavos! ¿Te atreves a exhibirte de ese modo? ¡Qué desesperación verme sin defensa, en manos del último de los esclavos negros! ¡Miserable! ¡Que el Señor me ayude a salir del estado en que me encuentro, y a curar mis dolencias femeniles que me tienen impotente, y castigaré tu insolencia con mis propias manos! ¡Antes que dejarme tocar por ti, preferiría matarme y acabar con mis padecimientos!" Y recitó estas estrofas: ¡Oh tú, que no cesas de perseguirme! ¿Cuándo acabarás? Bastante he gustado la amargura de las pruebas a que me ha sometido mi suerte. Confío en que el Señor me libertará de las bestias violadoras. ¿Por qué persistes? ¿No te he dicho...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info