Las inquietudes de Shanti Andía: 113

23/10/2009 909 Palabras

Capítulo IV - Ardides de guerra 113 Pág. 113 de 156 Las inquietudes de Shanti Andía - Libro qinto Pío Baroja Al ver a Machín de nuevo, comprendí que se había declarado entre los dos una guerra a muerte. Él, con su dinero y su influencia, podía hacerme mucho daño; yo tenía de mi parte a casi todos los pescadores y marineros, dispuestos a defenderme. No era fácil que mi enemigo me cogiese desprevenido como la, otra vez; contaba con una policía espontánea que vigilaba mis pasos. Mi madre estaba deseando que me casara cuanto antes, pero había que pedir dispensa por razón de parentesco; en la partida de bautismo de Mary aparecía como hija legítima de Juan de Aguirre y Lazcano. Un día, al volver a casa, me encontré con que habían dejado un bulto para mí. Era una caja de unos veinte centímetros en cuadro, muy empaquetada y llena de sellos de lacre. -¿Qué es eso? -me dijo mi madre. -No sé. -¿Has pedido algo? -Yo, no. -Pero ¿esperas alguna...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info