Las Estaciones: El otoño
Las Estaciones – El otoño de Julia de Asensi Los árboles empezaban a despojarse de su follaje espléndido y las calles estaban cubiertas de hojas formando una capa bastante espesa. Las lluvias se habían iniciado y el cielo no ostentaba aquel azul purísimo que tanto encantaba a don Mario. Tuvo, sin embargo, la suerte de que a los dos días de su llegada al pueblo el tiempo mejorase mucho, y como el otoño cuando es bueno es una estación deliciosa que tiene mil encantos, pudo salir con los niños a pasear por la posesión después de comer, esto es, a las dos de la tarde. Se acordó enseguida de aquellos hijos de los guardas que habían castigado las madres por sus malos instintos y preguntó a sus ahijados si se había cumplido lo que él indicara. -Ciertamente, padrino, le contestó Mercedes; León fue llevado al instante a un colegio que creo que tú pagas... -Sí, interrumpió don Mario, y dije que pusieran el importe a mi cuenta y ya lo habrá abonado tu padre. -En...
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