La lucha por la vida II: 054
none Pág. 054 de 121 La lucha por la vida II Segunda parte Pío Baroja Jesús, arrimado a la pared en un rincón, miraba al médico y a su hermana, impasible, con los ojos brillantes. El médico pidió a las vecinas que trajeran un colchón y unas sábanas; cuando llegaron estas cosas pusieron el colchón sobre el petate de tablas y colocaron con cuidado a la Fea. Estaba la pobre raquítica como un esqueleto; su pecho era liso como el de un hombre y, a pesar de que no debía de tener fuerzas para moverse, cuando le pusieron el niño a su lado, cambió de postura e intentó darle de mamar. Manuel, al notarlo, miró a Jesús con ira. Le hubiera pegado con gusto, por permitir que su hermana estuviera así. El médico, cuando concluyó su trabajo, cogió a Jesús, lo llevó al extremo de la galería y habló con él. Jesús se hallaba dispuesto a hacer todo lo que le dijeran; daría el jornal entero a la Fea, lo prometía. Luego, cuando se fue el médico, Jesús cayó en...
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