Ivanhoe: Capítulo XXXV

15/10/2012 4.846 Palabras

Ivanhoe de Walter Scott Concluyó, pues, como cuento de vieja. WEBSTER. En efecto; no tardó en presentarse en el campo de batalla el caballero Negro capitaneando una gran cuadrilla de guerreros y caballeros en completa armadura. -¡Vengo tarde! -dijo el de lo negro mirando a todas partes-. Venía a tomar posesión de la persona de Bois-Guilbert y a excusarle el trabajo de morir por ahora. ¿Es regular, sir Wilfrido, que os metáis en aventuras cuando apenas podéis sosteneros a caballo? -El Cielo, señor, -repuso Ivanhoe-, lo ha dispuesto así, señalando su justicia con la muerte de este hombre; ni aun siquiera era digno de vuestro enojo. -¡Dios tenga piedad de su alma! -exclamó el Rey mirando atentamente el cadáver-. Era valiente, y ha muerto vestido de acero, como mueren los hombres de pro. Pero no perdamos el tiempo. ¡Bohun, haz tu oficio! Al mandato del Rey salio de su comitiva un caballero, y poniendo la mano en el homhro de Malvoisin, le dijo: -Alberto de...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info