Ivanhoe: Capítulo V

15/10/2012 4.076 Palabras

Ivanhoe de Walter Scott «Un judío tiene ojos, manos y los mismos órganos, sentidos, afectos y pasiones que otro mortal cualquiera. ¿Qué diferencia hay entre él y uno de nosotros? ¿No le hieren las mismas armas? ¿No está sujeto a las mismas enfermedades? ¿No le sanan los mismos remedios?….» SHAKESPEARE: El mercader de Venecia. Oswaldo tardó poco en volver, y acercándose a Cedric, le dijo al oído: - Es un judío llamado Isaac de York. ¿Le hago entrar en esta sala? - Encarga a Gurth que desempeñe tus funciones -contestó Wamba con su ordinario atrevimiento-. Un guardián de puercos es el introductor más a propósito para un hebreo. - ¿Un perro judío -exclamó el templario- ha de aproximarse a un defensor del Santo Sepulcro? - Sabed, mis nobles huéspedes -dijo Cedric- , que mi hospitalidad no debe regirse por vuestras antipatías. Si el Cielo ha soportado una nación entera de infieles obstinados durante tan dilatado número de años, ¿no podremos nosotros...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info