El perro del hortelano: 64

16/02/2009 851 Palabras

Acto Segundo 64 Pág. 64 de 95 El perro del hortelano Acto II Lope de Vega TEODORO. No sé, Tristán; pierdo el seso de ver que me está adorando y que me aborrece luego. No quiere que sea suyo ni de Marcela, y si dejo de mirarla, luego busca para hablarme algún enredo. No dudes, naturalmente es del hortelano el perro: ni come ni comer deja, ni está fuera ni está dentro. TRISTÁN. Contáronme que un doctor, catedrático y maestro, tenía un ama y un mozo que siempre andaban riñendo. Reñían a la comida, a la cena, y hasta el sueño le quitaban con sus voces; que estudiar, no había remedio. Estando en lición un día, fuele forzoso corriendo volver a casa, y entrando de improviso en su aposento, vio el ama y mozo acostados con amorosos requiebros, y dijo: «¡Gracias a Dios, que una vez en paz os veo!» Y esto imagino de entrambos, aunque siempre andáis riñendo. Sale la condesa. DIANA. Teodoro. TEODORO. Señora. TRISTÁN. ¿Es...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info