Doctor Angelicus: 4

21/10/2009 443 Palabras

Doctor Angelicus Capítulo IV de Leopoldo Alas Ello es que el primo se había declarado a la prima. Había hablado él también de amores que en el cielo empiezan y siguen en la tierra; del más allá y del algo desconocido, trinando principalmente contra el derecho civil vigente y los matrimonios desiguales. Que Eufemia quería a Pánfilo, no debía ponerse en tela de juicio, y no se puso. No lo hubiera consentido Eufemia, para lo cual era axiomático: primero, que su esposo era un sabio, y segundo, que ella le quería como a las niñas de sus ojos. En vista de que el dogma era inalterable, Héctor procuró barrenar la moral, obrando como un sabio mucho mayor que su primo. La mujer siempre es un poco protestante: piensa que fides sine operibus vale algo, y que, a fuerza de creer mucho, se puede compensar el defecto de pecar no poco. -Tu marido es un sabio, convenido; pero ¿y eso qué? -esto dijo el primo, que fue como leer en el ya citado fuero interno de Eufemia-....

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info