UN día de 1936, de forma harto casual, en un lugar llamado Marin County, situado en la costa occidental de la bahía de San Francisco, fue hallada una placa de bronce con la siguiente inscripción: «Sea llevado por los presentes, a 17 de junio de 1579, a conocimiento de todos los hombres, que por la gracia de Dios y en nombre de Su Majestad la Reina de Inglaterra y de sus sucesores por siempre, tomo posesión de este Reino, cuyo rey y pueblo renuncian libremente a su derecho y título en todo el país, en adelante bajo la custodia de Su Majestad, que yo llamo Nueva Albión y debe ser conocido por todos con este nombre.» Francis Drake. La afirmación del célebre navegante —de que «el rey y pueblo» de aquellas tierras renunciaban «libremente» a su derecho y título sobre las mismas— es tan curiosa como innecesaria, además de ser un paladino embuste. Por aquellos tiempos a ningún navegante conquistador se le hubiera ocurrido rechazar de esa manera sus escrúpulos...