Ángel Guerra: 090

21/10/2009 2.570 Palabras

Ángel Guerra Tercera parte - Capítulo I – El hombre nuevo de Benito Pérez Galdós III La primera persona a quien Guerra confió el secreto de su resolución fue D. Tomé, en la estrecha sacristía de San Juan de la Penitencia, después de misa; y tan de sorpresa cogió al capellán la revelación, que su linfático temperamento no pudo recibirla con el asombro y júbilo que parecían del caso. Un rato estuvo el hombre suspenso y como entontecido, soltando monosílabos que más bien expresaban susto que otra cosa, y por fin dio rienda suelta a su alegría, poniéndose a punto de llorar de gozo. «Supongo -dijo a su amigo-, que entrará usted en el Seminario». Guerra no supo qué contestar. No había pensado entrar en el Seminario, ni creyó que tal entrada fuese menester. Asustole la idea de someterse a disciplina escolástica, y convertirse en motilón aunque por poco tiempo, y su mal domado carácter dio un brinco, haciéndole decir: «¿Al Seminario? No será preciso:...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info