Ana Karenina VII: Capítulo VIII
Ana KareninaSéptima parte: Capítulo VIII de León Tolstoi Al dejar la mesa, Levin se dirigió, con Gagin, a la sala de billares. Sentíase extraordinariamente ligero. En el salón grande encontró a su padre político. –¿Qué? ¿Cómo encuentras nuestro templo de la ociosidad? –le preguntó el Príncipe tomándole del brazo–. Vamos. Echaremos un vistazo... daremos una vuelta y visitaremos el local... –Sí, también yo tenía esa intención. Me parece muy interesante. –Sí, para ti es interesante. Ahora, yo ya tengo otros intereses... Cuando miras a aquellos viejecitos, seguro que piensas que han nacido así, «machacados» –––dijo el Príncipe mostrándole un miembro del Círculo con el labio inferior colgando y que al andar apenas movía los pies, calzados con zapatos flexibles. –¿Qué quiere decir «machacado»? –Es un apodo que damos en el Círculo, ¿sabes? Cuando en las Pascuas se juega con huevos , si éstos chocan fuertemente, quedan machacados....
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